Marisa Company : Poemas: Nace Marisa el 14/08/1936 en Valencia. Un mes y 3 días antes del inicio de la Guerra Civil Española. Cuando esta termina tiene 3 años.
Hija de la Posguerra como miles de niños. Compañera del hambre, de las cartillas de racionamiento y del mendrugo debajo del hombro.
Inconsciente, aun del miedo, de la censura, y de tantas historias tristes que en aquellos años acontecieron.
Sin embargo esto la fortalece de una manera asombrosa haciendo que siga adelante siempre a pesar de cualquier obstáculo, problema o contratiempo.
La pasion por las letras.
Pero creo que es mejor obviar esta parte de su historia puesto que no venimos aquí a entristecernos, si no a asombrarnos de la enorme capacidad de esta Mujer (la que muchos años después sería mi Madre) a la que, deseo ofrecer aun en vida de ella este humilde homenaje Digital salido de dentro de mi corazón para que perdure en el recuerdo cuando ella ya no esté, la cual convierte la letras en hermosos poemas, que devuelven la luz y la esperanza a todo el que los lee.
Saliéndole de pronto, de dentro, con palabras sencillas fáciles de entender, como los versos que nos regala debajo de estas líneas, que brotaron de pronto de su mente plasmando así su arte en el papel su gran admiración y respeto por el gran poeta que fue D. Juan Gil Albert, amigo personal de la familia además.
Marisa crea su obra a golpe de trabajo en casa, de un taller literario que realizo en Madrid , donde aprendió técnicas que no conocía y con las que decidió definitivamente que esa inquietud, que sentía dentro sin saber lo que era, tenía que salir del todo de una vez y poder plasmar con sus poemas su día a día, sus momentos y tiempo después sus recuerdo guardados en su alma de Poeta ya madura dando paso a su potencial entero.
Escribe en la mesa de al lado de la cocina, mientras ve pasar el tiempo ya, sin prisa, con la seguridad de haber vivido una vida tal cual siempre deseo.
Despues de todo, es Marisa Company: Poemas
Tarde Dorada y Gris.
Y en mitad e la tarde ,
Marisa Company
tarde banal en esta primavera,
se sonrojarón las nubes en dos trozos
como si fueran alcanzadas la quimeras.
Llovio sobre el asfalto en las aceras.
Llovió sobre las pisadas de la gente.
Llovio tambien sobre las madreselvas.
Y como atisbo de esperanza
– parada la tormenta –
brillo de nuevo el sol
cubriendo con encajes su inconsistencia.
Dedicado al poeta D. Juan Gil Albert, amigo personal y admiradora de toda su obra.